Si querés sacar a los chicos (y grandes también) de la pantalla, te compartimos tres opciones de juegos para disfrutar en familia y en casa. Son fáciles, entretenidos y con muy buenos objetivos.
LA ESTATUA MUSICAL
Qué necesitamos:
– Un instrumento de percusión (bombo, platillos, una lata de galletitas o de cóctel de frutas en almíbar, un balde o palangana y cucharas de madera).
– ¡Chicos!
– Un adulto: papá, mamá, abuelo, abuela, tío o tía para dirigir el juego.
Cómo es el juego:
El adulto marca un ritmo con el instrumento y los niños lo siguen con movimientos de brazos, cabeza, piernas y pies.
Cuando el adulto deja de tocar, todos deben quedarse quietos como estatuas. El que continúe moviéndose o demore más en «ser una estatua» tendrá una prenda.
Objetivos:
– Permite desarrollar la expresión corporal.
– Promueve el respeto y la adopción de una conducta ante una consigna.
ADIVINANDO EL INSTRUMENTO
Qué necesitamos:
– Instrumentos musicales u objetos que produzcan sonido (toc-toc, guitarra, bombo, maracas, bols con tapa rellenos de garbanzos, porotos o arroz).
– Lápices de distintos colores.
– Hojas.
– ¡Chicos!
– Un adulto: papá, mamá, abuelo, abuela, tío o tía para dirigir el juego.
Cómo es el juego:
Uno de los participantes se coloca en un espacio de la casa con los instrumentos, y los demás se ubican en otra habitación cercana, sentados con lápices y hojas en mano.
El participante con los instrumentos elige uno de ellos y produce un sonido. Al escucharlo, el resto de los participantes deberá adivinar de qué instrumento se trata y dibujarlo.
Pasados unos minutos, se continuará con la ejecución de otro instrumento y así hasta terminar. Se reúnen los dibujos y se corroboran los aciertos.
Objetivos:
– Favorece la audición, el reconocimiento de los sonidos y la capacidad para dibujar.
EL JUEGO DEL MONITO
Qué necesitamos:
– Música dinámica y alegre.
– ¡Chicos!
– Un adulto: papá, mamá, abuelo, abuela, tío o tía para dirigir el juego.
Cómo es el juego:
El coordinador (cualquier adulto) realiza saltos, aplausos y giros al compás de la música y los chicos lo imitan como si fuera un espejo. Pueden ser movimientos en el lugar o con desplazamiento.
Una vez que los chicos aprendan la mecánica del juego, pueden cambiar de rol y ser ellos quienes lo dirijan.
Objetivos:
– Permite desarrollar la expresión corporal.
– Favorece la creatividad y el uso de la imaginación.